Llueve y hace frío en Buenos Aires. Se presta a hablar de amor, siempre pensé que el amor no es para hablarlo, sino para vivirlo, para darlo. Bueno, hoy me siento romántica y la nostalgia me ha invadido, me ido acordando de frases y poemas que me han dicho o que he dicho. Algunos son anónimos, otros propios y también los hay de mi amado esposo.
"Si sé que te quiero, no me importa saber por qué te quiero".
"¿Adónde vas sin mí?"
"Estoy a tu lado, respiro a tu lado, vivo a tu lado. Cada día, me siento mejor".
"Quiero pasar el resto de mis días contigo, así, poder envejecer juntos".
"Siento tu amor recorrer mis entrañas".
"Eres la llave de mi puerta".
"Pasarás por mi vida sin saber que pasaste. Pasarás en silencio, y por mi amor al pasar fingiré una sonrisa, como dulce contraste del dolor que quererte y jamás lo sabrás. Una lágrima, rodará por mi rostro. Te diré, no es nada, ha sido el viento. Fingiré una sonrisa, como dulce contraste del dolor de quererte y jamás lo sabrás".
No todos los días son iguales.Haciendo limpieza cayó en mis manos una bolsa llena de recuerdos.Aproveché y me deshice de aquellos papelitos y /o papelotes que guardás y no sabés por qué, y, que ya no tienen utilidad.Rescaté esta foto, realmente maravillosa, la saqué hace 32 años, cuando mis sobrinas Martina y Carolina tenían 3 y 2 añitos respectivamente. Te propongo un juego, ...encontrá a las muñecas.
Gustavo corría, corría. Parecía que alguien lo seguía. Estaba asustado, temeroso. Su corazón latía tan fuerte que parecía una locomotora. Timo, su perro, corría a la par de él, simplemente lo acompañaba, pues el canino no veía nada.Gustavo tenía 8 años, había estado juntando diferentes tipos de hojas en un montecito para su tarea de biología, justo al lado de un cementerio.Caía la tarde, las nubes oscuras no se hicieron esperar, cuando vio una luz muy fuerte que salía de ese lugar tan tenebroso e inhóspito. Juntó todo lo que pudo, y, comenzó a correr las 10 cuadras, casi desoladas, que lo separaban de su casa.Llegó colorado, agitado, provocando un lógico susto a su madre y a su hermanita. Trató de explicar lo ocurrido, cuando se dio cuenta que sólo tenía 2 hojas de todas las juntadas. Las otras las había perdido en la estampida.Gustavo, rompió en desolado llanto, no podría presentar su tarea.La madre lo consoló y lo ayudó, simplemente, cortando hojas de las plantas de su jardín para que el niño pudiera presentar al día siguiente lo solicitado por la maestra de ciencias naturales.
Este relato nos enseña que desde pequeños debemos aprender a pedir. Algo, que, a los adultos nos cuesta tanto.
..."Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío",... ¡Cuánta verdad que hay en la letra de la canción!. Tengo muchos espacios vacios en mi vida. Hoy, uno más. Es tanto el dolor, son tantos los recuerdos, los momentos vividos. Rita, amiga de la vida, de la infancia, de la adolescencia, de la juventud. Te acuerdas de los asaltos en tu casa, de los cumpleaños, de los cafecitos después de almorzar y nos turnábamos de casa para tomarlos, de los interminables partidos de naipes, de los primeros novios, de los casamientos, de los hijos, de los nietos, de los viajes, de los fines de años, de "Negro" tu perrito raza perro que te amaba como a su mamá. Hoy, dejas al nido vacío. Tu fiel compañero, tus hijos, tus nietos. Si, se van a arreglar. Si, aunque el dolor es infinto. Analizo tu partida, fuiste una privilegiada, en menos de una semana te fuiste, tal como lo deseaste alguna vez. Te fuiste y como broche de oro te quedaste dormidita en tu cama, junto a tu amado. Me has dado una lección, siempre me quejé, ...si debemos morir, porque el paso debe ser tan traumático?. Dios te premio, te acunó entre sus brazos en el sueño nocturno. No pudiste despedirte de tus afectos, simplemente fue el beso de las buenas noches y un hasta mañana. Amiga, amiga de la vida, he llorado, he rezado, he brindado por tu buena vida, y por el recuerdo de lo que eras, una buena persona, buena esposa, buena madre, buena amiga, ...que no se borre nunca. Amiga, todos tenemos fecha de vencimiento, ya nos encontraremos, por ahora, goza de la melodía que los ángeles le ofrecen al Señor.
A mediados de la década del 70, encontré de la mano de Anna María Spinelli, una gran amiga, una gran artista, una gran maestra, ...de arte, ...de la vida, ...de lo espiritual, un camino distinto, diferente, que me llevó a conocerme y a amar lo estético a través de la arcilla. Gracias a esta práctica, me sensibilizó y me ayudó a conocer y a acercarme a mis más próximos. Lo incorporé rápidamente, me apasionaba, me transformaba en un artesano cuando estaba en el atellier. Todo lo estudiado, lo investigado lo viví en los viajes que tuve la suerte de hacer. Y, también se lo transmití a mis alumnos. Hoy, a más de 30 años recuerdo mis primeras piezas, muñecas, sevilleteros, ceniceros. Todos fueron regalos. Mi primer escultura fue una versión un poco infantil de "Mafalda", una vez terminada se la regalé a mamá, y, cuando falleció la recuperé. Está deteriorada por el paso del tiempo, aunque sigue tan hermosa como cuando la hice. La trabajé en pasta lisa, la modelé con punzones y estecas. Tiene un esmaltado muy bello. Mafalda superó las dos horneadas de rigor. Espero te guste.
Queridos amigos, debo pedir disculpas públicamente, pues el 21 de mayo Higorca me había elegido como merecedora de un premio, que, a su vez le habían otorgado a ella. El motivo de toda esta situación fue mi ignorancia. No sabía que había que hacer, tampoco sabía que había que publicarlo o por lo menos levantarlo, si recuerdo haber felicitado a Higorca, que con tanto cariño me lo dedicó. pero ni por las tapas me hubiese imaginado que era para mí. Y, menos que había que repartirlo. Reconozco que tengo mucho por aprender en este mundo blogósfero. Higorca, nuevamente, mil disculpas. Por lo tanto, es el segundo premio que recibo.
Hoy he recibido el Premio Dardos, concedido muy amorosamente por Teresa. Me cuesta recibir un premio, nunca había recibido uno, desde ya le estaré eternamente agradecida. Más, precisamente me lo concedió por mis trabajos realizados en cerámica. Algo que amo, que me hace exteriorizar mi interior más profundo. Sé que todo este asunto de un premio te levanta la autoestima, aunque también te agranda el yo, y en este momento lo que más necesito es erradicalo. De ahí que, compartiré este premio con algunos de mis seguidores, los que no lo han recibido aún. Porque es grato recibir un premio y mejor aún si éste es un estímulo a la lectura y a la amistad. Todos mis amigos del blog, todos pero todos, se destacan por algo, son buenos en lo que hacen. Todos sirven para algo, ya algunos lo han recepcionado. Para los que faltan recibirlo, humildemente, acéptalo:
Recuerda, amada arcilla. Porque así debo llamarte.
Te amé, te abracé, te ofrecí por un ser muy querido,
Hoy,... está observando sonriente desde una luz muy intensa, profunda y maravillosa.
Luego, el proyecto,
... el día,... la noche,... el origen de la vida, todo, volcado en un jarrón.
Humildemente me quise parecer a un alfarero, soñaba con ello.
Tú, me guiaste entre amasado, chorizos, barbotina, medidas aritméticas, tallado, bruñido, saliva. Y,... me desestructuraste.
El proyecto tomó la forma de la pieza que tú querías que fuera.
Simplemente pasé a ser un espectador de tu obra,y,yo la dejaba hacer.
Hoy, esperando la prueba final de la cocción divaga en mi cabeza... ¿cómo llamarte?, No sé, engendraste tantas cosas, lograste tantos cambios en mí.
Hablar de jarrón grecorromano, es demasiado pobre.
Tienes tanta vida, eres el origen y el comienzo.
Te nutres y me nutres.
Pienso en el alfarero que va pacientemente moldeando la pieza.
Amada arcilla, con esta pieza, sentí que me moldeaste a mí.
La pieza que observas, el jarrón, está trabajado con cerámica roja tipo raku, armada con chorizos, modelada y luego bruñida con saliva y aceite ( de ahí su brillo). Ha pasado la prueba del horno una sola vez. Empecé a reciclar la arcilla en enero de 2006, cuando mi madre en terapia intensiva, luchaba por su vida. Cuando amasaba la arcilla tratando de darle la textura necesaria para el modelado, iba ofreciendo mi amor hacia mi madre, sentía un calor intenso en mis manos. Algo difícil de explicar. La arcilla estaba viva. De ahí el cariño que le tengo al resultado.
Lo importante la metamorfosis del artista con la evolución de la pieza.-