Abre la ventana,
mira pasar la vida,
deja fluir
la energía loca.
Fuerza interna,
luz radiante,
cálida e incandescente
alegría matutina,
plena armonía,
agradece, agradece,
mira por la ventana
…estás viva.
Lo escribí para esos días en que uno se siente tan pequeñito como el perejil, ja ja ja. Lo leo, lo releo, me hace bien.