" Para tener unos labios atractivos, dí siempre palabras amables.
Para tener ojos adorables, mira siempre las cosas buenas de la gente.
Para tener una figura esbelta, comparte tu comida con los que padecen hambre.
Para tener un pelo lindo, permite que un niño pase sus deditos por él, por lo menos una vez al día.
Para mantener elegancia, camina con la certeza de que nunca estás sola.
La gente, más que las cosas, tiene derecho a ser reestablecida, revivida, reivindicada y redimida. Nunca rechaces ni deseches a nadie.
Recuerda, si necesitas una mano amiga, la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos.
Con el tiempo y la madurez, descubrirá que tienes dos manos: una para ayudarte a ti misma y la otra para ayudar a los demás.
La belleza de la mujer no está en su figura, en la ropa que viste o en la forma que se peina. La belleza de una mujer tiene que ser vista en sus ojos, porque son las puertas del alma, el lugar donde habita el amor.
La belleza de una mujer no está en la moda superficial. La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma. En la bondad con la que da amor y en la Pasión que demuestra.
La belleza de la mujer crece con el pasar de los años ".
Como imagen puse una foto de mi sobrina nieta, de quince años.