Para los tiempos de cuaresma, ...un cuento

"Una campesino de edad avanzada, llega a las puertas de un monasterio. Cuando le abren, se explica así:

_ Amigos monjes, soy un hombre de mucha fe. Quiero recibir enseñanzas.
Los monjes hablan entre sí.

Al comprobar su incultura, piensan que no está capacitado para recibir enseñanzas y, muchos menos, métodos de autodesarrollo, autocomprensión. Pero, como parece un hombre de fe, le dicen:

_ Mira, buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio. Puedes quedarte aquí y tendrás sustento y alojamiento.

Pasa el tiempo, y los monjes comienzan a ver que, cada día, el campesino se encuentra más tranquilo, con una sonrisa dibujada en sus labios y un brillo especial en los ojos. Exhala paz, y se nota muy contento y equilibrado.

Tanto es así, que uno de los monjes, extrañado, le pregunta:

_ Buen hombre, parece que, en estos meses, has sufrido una gran evolución espiritual. ¿Estás prácticando algún método especial?

Frente a lo cual, el campesino contesta:

_Hermanos, lo único que hago, con mucha alegría, atención, lucidez y amor, es barrer el monasterio. Pongo toda mi vigilancia y precisión en ello. También, al barrer la basura, pienso que estoy barriendo de mí los rencores, los engaños, la codicia y el odio. Y cada día soy más feliz".

¡Qué tal!, te gustó, no es mío, es anónimo. Igual sirve, y, ...¡cómo!. Ojalá lo disfrutes.