Podría ser un cuento…
Podría ser un sueño...
Podría ser un sueño...
Podría ser la vida...
Damián bajó del micro, con pocos reales en sus bolsillos, estiró sus brazos y piernas, entumecidos de las veintitantas horas de viaje. Quedó maravillado del paisaje que le ofrecía el nuevo destino. Atrás habían quedado, …una mujer (a la que ya no amaba), y un hijo (al que adoraba), …su madre, …una vida llena de frustraciones, de accidentes, de idas y vueltas. ¿Iba a extrañar?. Si! Y mucho, pero su decisión estaba tomada. Iría en busca de su destino y lo ayudaría. Eligió Brasil por la música del pueblo, por el clima y por las playas.
Fue muy duro al principio. Trabajó de lavacopas, de pintor, de albañil, de vendedor de choclos y de mesero en una barraca de la playa, ¿qué es lo que no hizo para subsistir?, de todo, menos robar ni drogarse. No estaba en sus planes.
Tenía conocidos, garotas amigas, muchos compatriotas, …igual se sentía solo. Frente al mar evaluaba sus días, estaba feliz, tranquilo, en paz consigo mismo. Esa nueva vida era un gran desafío. Trabajaría de sol a sol, ahorraría, se compraría una casita pequeña cerca del mar, traería a su hijo a vivir con él, bebería una cerveza bien fría a la luz de la luna, y, en una de esa encontraría una buena mujer que endulce sus días.
6 comentarios:
Hola Norma:
¿Y que le sucedió después?.
¿Cómo terminaría esta historia?
Me gusta el relato, pero necesito saber el final.
Besos, muchos besos.
Montserrat
Montse no seas impaciente, me olvidé de colocar, ...continuará. J ja ja. Besos.
Creo que debes debes de acabar bien la historia, es bonita e intrigante, como en las novelas esperamos con ansia el final, eres terrible querida profesora, nos dejas siempre con la miel en la boca.
Os queremos, besos a ti y .............
Continuaráááááááááá´. Besos.
Monos mal. Porque la historia tiene gancho i està tan bien descrita!...
Besos
gracias Montserrat. Besos.
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