martes, 13 de mayo de 2014

Verónica


Verónica caminaba por el sendero. El bosque de arrayanes, de su mágico Bariloche, le ofrecía su mejor color, árboles altos, añosos, copas acariciado el claro cielo, y, los rayos del cálido sol otoñal acariciaban su cuerpo, dejándole un maravilloso y dulce calor.
A Verónica le costaba caminar, sus piernas le dolían por su lesión, y, su amoroso esposo le consiguió un listón de madera para que lo use de bastón, y, pudiera seguir disfrutando de tanta belleza, regalo de la naturaleza.
Así, llegaron hasta una cascada entre las rocas y los árboles, el agua caía clara y fuerte. La música que hacía el agua al caer, la hacía sentir viva. Entonces, aguantando bajas temperaturas, metió sus pies desnudos en el agua fría, elevó sus brazos al cielo, cerró sus ojos, comenzó a respirar lentamente, y, sintió una energía nueva que le recorría todo el cuerpo.
Pasados unos minutos, su amado esposo, le pregunta:
-¿Cómo te sientes?
- ¡Mejor!, maravillosamente mejor.
Salió del agua, se calzó, dejó el improvisado bastón, al que le agradeció su compañía, agradeció al agua y al sol por energizarla, y, siguió caminando alegre y renovada por el bosque, del brazo de su esposo.

                                                                                        Historia verídica.-

Moraleja: disfruta y agradece

14 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

La madre naturaleza es maravillosa, en ella encontramos belleza y remedio para todos nuestros males: internos o físicos. Por esa razón, siempre es necesario escaparnos a sus brazos maternales. Agradezcamos que todavía podemos oler los pinares y jugar con las amapolas que nacen al sol.
Besos Norma querida.

Lola dijo...

La naturaleza es sabia, y en ella están todas las medicinas para sentirnos mejor, en sus plantas, y en su agua, para vivificar el cuerpo y después quedar sanados con un abrazo el alma. Muy bonita historia. Me encanto leerte. Un beso Norma.

Armando dijo...

Preciosa historia de un hecho real . Los pequeños milagros ocurren cada día de nuestra vida.
Afectuosos saludos.

Norma dijo...

Gracias Taty, comparto lo que epresás. Cariños.

Norma dijo...

Gracias Lola, el agua es totalmenete energizante. Cariños.

Norma dijo...

Gracias Armando, todo es cuestión de creer. Besos.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Norma.
El agua le dió nuevas fuerzas, fue como un milagro de Lourdes.
Buenas noches.Namasté. Que Dios te bendiga.Besos, Montserrat

Luis dijo...

Que pocas veces agradecemos lo que disfrutamos y pedimos para evitar lo que sufrimos.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Así es, mi querida Norma, un buen baño de pies doloridos en las aguas cristalinas y frías de un río, produce una grata mejoría del dolor.
Gracias por ese relato que ensalza la grandeza de la naturaleza en el hombre.
Un abrazo
Sor.Cecilia

Norma dijo...

Besos querida Ceci.

María Bote dijo...

El agua fresca puede producir casi milagros. Reconforta y mitiga los dolores. Dones de la naturaleza ala que, desgraciadamente, tanto maltratamos.

Hermoso relato. Besos

Norma dijo...

Gracias Maria y buen finde. Bsssss

PEPE LASALA dijo...

Es una historia preciosa Norma, y más aún cuando he llegado al final y he podido leer que es verídica. Estas cosas me conmueven. Gracias amiga porque me ha gustado mucho. Besos y buen fin de semana.

Norma dijo...

Gracias Pepe, buen finde. Cariños.