lunes, 16 de junio de 2014

Hoy, ...la honestidad, nos pone a prueba.


Un maestro decidió poner a prueba la honestidad de sus alumnos y les dijo:
- ¿Qué harían si en el camino se encontraran con una bolsa de dinero?
- La devolvería a su dueño - dijo un alumno.
"Ha respondido tan de prisa, que me pregunto si lo dice de verdad", pensó el maestro.
- Si nadie me viera, me quedaría con el dinero - dijo otro.
"Su lengua es sincera, pero tiene un corazón malvado", se dijo el maestro.
- Bueno, maestro - exclamó un tercer alumno -, a decir verdad, debo reconocer que me sentiría tentado a tomarlo. Así que rogaría a Dios que me diera la fuerza necesaria para no tentarme y actuar correctamente.
Al oírlo el docente, pensó:
"He aquí en la persona que confiaría"

sábado, 14 de junio de 2014

A los guardianes de la infancia

FELIZ DÍA DEL PADRE















Vaya mi homenaje a todos los padres del mundo, ...besos infinitos, a los que ya no están.

domingo, 8 de junio de 2014

Josecito, ...la historia.-

12 de julio de 1930, el Presidente de la República Argentina era Don Hipólito Yrigoyen, y, el intendente del Partido de Avellaneda era Alberto Barceló.
12 de julio de 1930, 6 am, mañana fría y neblinoza, bien invernal. El tranvía Nº 75 de la línea 105, subía trabajosamente el puente, fallaron los frenos, y cayó a las negras y contaminadas aguas del Riachuelo. Murieron 54 de los 60 pasajeros, todos obreros y tomaban ese tranvía a ese horario porque les permitía "el boleto obrero" de tan sólo 5 centavos. El vehículo los llevaría al frigorífico La Negra, a tan sólo 400 metros del actual Puente Pueyrredón, en Avellaneda.


Josecito, era una muchachito de tan sólo catorce años, vivía con su abuela en una pieza en la zona de Barracas. Trabajaba de aprendiz en el frigorífico, los pocos centavos apenas le alcanzaban para pagar la pieza y comprar algo de comida.
12 de julio de 1930, Josecito tomó el tranvía como la hacía habitualmente, sentía mucho frío y tenía sueño, era muy conciente que su abuela dependía de lo que ese día llevara, para poder comer.
Tenía muchos sueños, ascender en el trabajo, poder estudiar, alquilar algo mejor. Todas sus ilusiones quedaron truncas cuando el tranvía cayó al agua.
Hubos empujones, muchos gritos, él pudo correr hasta la parte más alta, la que quedó fuera del agua, pero sentía mucho frío y hambre, estaba muy oscuro, de golpe se hizo un gran silencio, no entendía nada, lo que sí sabía que ese frío lo mataría.
Cuando sacaron al vehículo del agua, lo encontraron acurrucado en posición fetal. Josecito había muerto de frío. Vieron un gran bulto en uno de sus bolsillos, cuando lo sacaron, era un sandwich de milanesa que su abuela le había preparado con las sobras del día anterior, que lo guardaba para su almuerzo que nunca llegó.