martes, 9 de marzo de 2010

Un amor con historia


Felicitas Guerrero

Dicen que todo empezó en el año 1825 cuando Don Juan Manuel de Rosas entregó tierras a su amigo Félix de Alzaga, jefe de un regimiento militar. El Río Salado marcaba la frontera con territorio indio (querandíes y tehuelches), pero la frontera se iba corriendo cada vez más hacia el sur.
Don Félix murió en 1841 y sus tierras pasaron a su hijo Martín de Alzaga, quien en 1862 se casó con la joven Felicitas Guerrero. Ella enviudó a los 26 años, y, muy joven quedó como propietaria.
Don Guerrero, padre de la joven, pasó a administrar los bienes y la prometió en casamiento a Enrique Ocampo, hombre mayor que ella. Propuesta no del todo grata para la prometida.
Cuenta la historia que un día estaba Felicitas recorriendo sus tierras pampeanas, se larga una tormenta y con su carruaje fue a parar a las tierras del joven Manuel Sáenz Valiente, vecino de su estancia. Ambos quedaron flechados, siendo el comienzo de una historia de amor.
Un día de 1872, a punto de concretarse el compromiso entre Felicitas y Manuel, la joven fue muerta por Enrique Ocampo, frustrado pretendiente, en la misma casa de la dueña y contando a sus primos como testigos del asesinato.
El crimen fue en Barracas, en la mansión de los Guerrero, los padres de la víctima construyeron una iglesia en ese barrio, Santa Felicitas, para recordar a su hija. Se cuenta que el espíritu de la joven deambula por los pasillos de la iglesia. Muchachas se acercan a rogarle por sus pretendientes.
¿Cuál fue el destino de los bienes de la joven muerta?
En 1909 los hermanos de Felicitas recibieron en herencia las cuatro estancias históricas de la familia Guerrero. Doce mil hectáreas ubicadas a ambos lados de la Estación Guerrero en la línea del antiguo ferrocarril Sud, hoy llamado Roca. Una de esas estancias, Bella Vista, es hoy un importante complejo turístico 5 estrellas.
La historia de Felicitas Guerrero dio origen a novelas históricas y películas, fiel reflejo de la sociedad argentina del siglo XIX.

8 comentarios:

Soledad Arrieta dijo...

Es una muy triste historia la de Felicitas. Llena de amor y de trsiteza, de soledad y agobio.
Muy buena entrada.
Cariños!

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Una bonita historia de amor, ese amor que todo lo puede, que todo lo llena, sentimientos inevitables entre dos personas y creo qué siempre hay un malvado que intenta con su odio, pasar sobre los demás, claro tiene que ser con odio, porque no sabe entregar amor puro, me ha gustado la historia de Felicitas.
Besos amigos, por cierto pude arreglar el PC, tu blog se me disparo y se repetía, trescientas veces, se había vuelto loco del todo.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Norma:

Es una historia triste y bella.

Antigüamente las mujeres ni siquiera podían escoger a sus maridos.
Sobretodo las de alta alcurnia, era el padre la que las entregaba al Pretendiente más rico, da igüal la edad que tuviera.
Menos mal que hoy día ya hemos avanzado.

Besos. Montserrat

Norma dijo...

Sol, Higorca, Montse no puedo con mi genio. Me gusta la historia y es un amor de verdad. Gracias por leer mi entrada. Besos a las tres y muchosssssssssssssssssssssssss

Montserrat Sala dijo...

Hola Norma: que bella historia de amor. Hecha a medida para las mujeres románticas como yó. Maravillosa. No es de estrañar que se escriban libros y se hagan pilículas. El tema dá para todo.
Un abrazo muy fuerte.
Te mando traducción.

La abuela frescotona dijo...

querida Norma, me gusta tu historia de amor, tu como profesora de historia debes tener muchos de estos relatos, que lindo seria leerlos.
un abrazo estimada amiga.

Norma dijo...

Gracias Montse II. Besosssssssss

Norma dijo...

Gracias Abu, tienes razón, tengo muchas anécdotas para contar. Un abrazo.